Durante años pase por esta avenida, hasta que me decidí por fin a bajar y fotografiar en detalle este detalle.
Plasmar a los dos colosos.
Y el abrazo que por cosa del desatino los dejo ligados de por vida.
Me gusta creer que el árbol vencerá al fin al formidable y toxico eneAmigo.
También me gusta creer que habrá paz y que se hará justicia y que todo tiene solución.
Eso.
No mas nada, señor juez.
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